NUESTROS CORAZONES AL ADORAR





Por alguna razón este va a ser el primer "post" de Love Inclusive. No está demás compartir los dolores de cabeza personales, por la razón de que nunca son personales. Muchas personas pasan por las mismas dificultades y mi intención de crear este blog hace muchos años fue que podamos sentirnos en compañía al enfrentar las dificultades de la vida. El intento de ser sincera no me pone en la situación más cómoda pero sé que es la manera correcta.

 
Hoy en una reunión recibí una hoja con preguntas que no tuve ni el valor de escribir sus respuestas.

 
Todo se resume en la pregunta "¿Con que corazón nos acercamos a Dios?"

 
En un grupo Cristiano universitario escuche mucho el concepto de "disfrutar a Dios". Mike Donehey; músico de la banda Tenth Avenue North incluyó en su blog un video que nos ayuda a entender más a fondo el disfrutar a Dios.

 
Muchas veces él sintió que Dios era una barrera que le impedía disfrutar la vida. Muchas veces sentimos que Dios es una obligación; varias veces me encuentro acercándome a él por rutina y no siento gozo en acercarme a él.

 

Es una barrera que empujo al cantar, al adorarle y al escribir. A veces se rompe fácilmente, otras veces toma horas y hasta días.

 

Me ha tomado tiempo descubrir que el acercarme a Dios es una decisión que va más allá de dichos o hechos; es una decisión que se toma en el corazón. Muchas veces debo dejar la desesperación y el stress. Decidir dejar los pensamientos que me separan de la verdad. Estos pensamientos que me llevan a la angustia.

 
Preguntas sobre el futuro, miedos, angustias del pasado, errores que nos atormentan en el presente.

 

Dios tiene todo en sus manos!

 

Para nuestro futuro nos dice:

Salmos 139

 

 16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:
    
todo estaba ya escrito en tu libro;
todos mis días se estaban diseñando,
    aunque no existía uno solo de ellos.

 

Para nuestro pasado nos dice:

Hebreos 10

 

 

Primero dijo: «Sacrificios y ofrendas, holocaustos y expiaciones no te complacen ni fueron de tu agrado» (a pesar de que la ley exigía que se ofrecieran). Luego añadió: «Aquí me tienes: He venido a hacer tu voluntad.» Así quitó lo primero para establecer lo segundo. 10 Y en virtud de esa voluntad somos *santificados mediante el sacrificio del cuerpo de *Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre.

11 Todo sacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. 12 Pero este sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la *derecha de Dios, 13 en espera de que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. 14 Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.

15 También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Primero dice:

16 «Éste es el pacto que haré con ellos
    después de aquel tiempo —dice el Señor—:
Pondré mis leyes en su corazón,
    y las escribiré en su mente.»[
c]

17 Después añade:

«Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades[d]

18 Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado.

 

Toma tu tiempo para decidir de corazón dejarlo todo en las manos de Dios; no tan solo los actos del viejo hombre pero también el pasado y el futuro. Entrénate para confiar en él, y conozcámosle para poder confiar en él.

 

 

La clave de disfrutar a Dios es decidirlo de corazón. Sacar tiempo para él y mantenernos siempre activos en él. Busquemos a Dios de todo corazón.

Deuteronomio 6:5
 
Ama al Señor tu Dios con todo tu *corazón y con toda tu *alma y con todas tus fuerzas.

Números 32

11 “Por no haberme seguido de todo *corazón, ninguno de los mayores de veinte años que salieron de Egipto verá la tierra que juré darles a Abraham, Isaac y Jacob. 12 Ninguno de ellos la verá, con la sola excepción de Caleb hijo de Jefone, el quenizita, y Josué hijo de Nun, los cuales me siguieron de todo corazón.”

Deunteronomio 4
 
29 »Pero si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu *corazón y con toda tu alma, lo encontrarás. 30 Y al cabo del tiempo, cuando hayas vivido en medio de todas esas angustias y dolores, volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz. 31 Porque el Señor tu Dios es un Dios compasivo, que no te abandonará ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que mediante juramento hizo con tus antepasados.






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