¹⁸ teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;

¹⁹ los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.





²⁰ Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.   (1 Juan 5)

El hijo nos ha dado entendimiento, no para conocerlo a el mismo (Jesús= la verdad), pero para conocer a Jesucristo (el verdadero); el hijo que se convirtió en pecado, pago nuestro precio, venció a la muerte y solo en el tenemos salvación.


¹⁷ para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,

¹⁸ alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

¹⁹ y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,  (Efesios 1:17-19)

Así que Dios nos da espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de él alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, y el hijo nos ha dado el entendimiento. Me quiero detener en la frase “alumbrando los ojos de vuestro entendimiento”.

Jesús es la luz del mundo.

Así que Dios utiliza a su hijo como una linterna que transforma nuestra manera de ver, de pensar. Esa luz nos da el entendimiento para conocer a Jesucristo. En lugar de ver con ojos contaminados vemos con ojos que han visto al hijo. Ojos que han conocido la verdad y quien se encuentra con la verdad aprende a Cristo de manera diferente.

El hijo nos da entendimiento para:


 

Dios ilumina los ojos de nuestro entendimiento para:




 

Pablo continúa en el primer capítulo de Efesios con estos versículos:

²² y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,

²³ la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

 Yo me he encontrado buscando llenar vacíos en otros lugares, en hobbies, ver películas, leer y hasta estudiar pero he aprendido que  la única agua que salta para vida eterna es esta que proviene de Cristo. Él es aquel que todo lo llena en todo. Así que estando en el viejo hombre no encontraras ningún tipo de satisfacción, no encontraras llenura en el mundo.


Pedro escribió en su primera carta (1 Pedro 1:13)

¹³ Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

¹⁴ como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

¹⁵ sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

¹⁶ porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

Ceñir es lo mismo que poner un cinturón, y los lomos es la cadera. Escuche en una predicación de la armadura del cristiano que los lomos es la parte más cercana a nuestras partes privadas ( a nuestros secretos, a nuestra vergüenza). Así que Pedro dice que pongamos un cinturón a esto escondido de nuestro entendimiento; esto que nos hace caer; y Pablo continua en Efesios 6:14 diciendo que estos lomos se ciñen con la verdad.

Sé que es mucha información y es complicado unir todo en una conclusión pero voy a hacer lo mejor que puedaJ. Quite hard!!

Al amar a Dios con toda nuestra mente implica dejar de vivir en el viejo hombre con un entendimiento entenebrecido y vivir en el nuevo hombre (en la justicia y santidad de la verdad). El hijo nos da entendimiento para conocerlo como nuestro salvador y el padre ilumina los ojos de nuestro entendimiento; pero nuestra tarea es ceñir los lomos de nuestro entendimiento con la verdad.

O sea cada vez que nuestro viejo hombre quiera salir, en la profundidad de nuestros pensamientos, en nuestra contemplación pongamos un cinturón, una barrera que se llama verdad; Cuando el viejo hombre hable respóndele con la palabra.

 

Cuando diga: tú no puedes

 Respóndele: todo lo puedo en Cristo que me fortalece

Cuando diga: Estas solo

Respóndele: He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo

Cuando diga: Tu pecado es muy grande

Respóndele: Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados